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APNEA DEL SUEÑO

La apnea del sueño consiste en un padecimiento crónico que afecta generalmente a adultos en etapas medias de su vida. Se caracteriza porque la persona afectada presenta durante el sueño ronquidos frecuentes, asociados a intervalos de varios segundos en los cuales se detiene la respiración, los cuales terminan con una sacudida o salto.

Las adenoides crecidas (pólipos nasales) o la relajación de los tejidos del paladar blando pueden bloquear la vía aérea superior causando este trastorno.

Esto afecta en forma marcada la calidad del sueño y, por lo tanto, provoca síntomas diurnos como excesiva somnoliencia, adinamia, desconcentración, falta de ánimo y energía.

Además se la ha correlacionado directamente con mayor incidencia de graves complicaciones como accidentes del tránsito, accidente vascular cerebral, muerte súbita e hipertensión arterial más difícil de controlar, entre otras.

AUTOCUIDADO

Se pueden mejorar los síntomas si se toman las siguientes medidas:
Bajar de peso.
Dormir de lado o sobre el estómago.
Evitar el alcohol antes de dormir.

TRATAMIENTO

Cuando sospechamos su diagnóstico, se solicita un estudio completo del sueño que se llama polisomnografía. Esta prueba consiste en monitorear el sueño. Para ello se colocan electrodos en su cuero cabelludo y en el borde externo de los párpados, los cuales deben permanecer en su lugar mientras usted duerme.

Su tratamiento consiste en utilizar al dormir un CPAP, el que consiste en un equipo portátil que se adapta al paciente mediante una mascarilla nasal. Esto permite permeabilizar la faringe durante el sueño y así evitar las apneas.