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Preguntas frecuentes

¿Cómo se presentan los tumores cerebrales?

La forma de presentación de los tumores cerebrales es muy variada y depende en gran medida de la localización y del tipo de tumor. 

De entre las presentaciones más frecuentes destaca la presencia de cefalea (dolor de cabeza).Si bien la mayoría de las personas que padecen de cefalea su causa no está dada por un tumor cerebral, de entre los pacientes con tumores cerebrales malignos, cerca del 50% presenta cefalea al inicio de su enfermedad.  

La presencia de crisis convulsivas recientes en un adulto hace necesaria la consulta a un médico neurólogo y la realización de una neuroimagen para descartar, entre otras causas, la presencia de un tumor cerebral. Eventos como dificultad para caminar, adormecimiento de un área corporal, trastornos del lenguaje y problemas de memoria son algunas manifestaciones frecuentes de tumores cerebrales benignos o malignos y debiesen motivar precozmente una consulta al neurólogo para su evaluación. 

¿Cómo se diagnostican los tumores cerebrales?

El primer paso ante la sospecha médica de un tumor cerebral es realizar una neuroimagen, ya sea una tomografía computada o un estudio por resonancia magnética. El estudio nos ayudará a confirmar el diagnóstico de tumor cerebral de entre otras posibles enfermedades neurológicas. Para conocer en detalle el tipo de tumor y su grado de malignidad es necesario contar con una muestra de tejido tumoral el que se obtiene mediante un procedimiento quirúrgico. De entre los tumores cerebrales más frecuentes se encuentran el Meningioma, el adenoma de hipófisis y el glioblastoma.

¿Qué tipos de tumores existen?
Los tumores primarios del sistema nervioso central (SNC) se clasifican de acuerdo a su célula de origen y el grado de malignidad según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según malignidad existen cuatro grados en el que el grado I corresponde a un tumor benigno y el grado IV a uno de alta malignidad.

De entre los más frecuentes se encuentran: astrocitoma pilocítico, astrocitoma difuso, astrocitoma anaplásico, glioblastoma, oligodendroglioma, oligodendroglioma anaplásico, meningioma,  adenoma de hipófisis.

¿Qué son los anticoagulantes?
Son medicamentos que evitan la formación de trombos. Hay orales (a tomar) o inyectables (pinchazo). Los anticoagulantes orales reducen la capacidad coagulante de la sangre y, por lo tanto, ayudan a prevenir la formación de coágulos dañinos en los vasos sanguíneos. Estos medicamentos son llamados algunas veces ‘disolventes de la sangre’, aunque en realidad no la disuelven. Estos medicamentos no disolverán los coágulos ya formados. Sin embargo, pueden impedir que los coágulos existentes se agranden y causen problemas más serios. Algunas personas tienen más riesgos que su sangre coagule espontáneamente, por ejemplo, personas con arritmias o fumadores. El uso de anticoagulantes disminuye el riesgo que producto de un trombo se ocluya (tape) una arteria y se infarte el cerebro o otro órgano.

El mejor tratamiento para los ataques cerebrales es la prevención. Hay varios factores de riesgo que aumentan su probabilidad de tener un ataque cerebral:
Presión arterial alta
Problemas cardíacos
Diabetes
Colesterol alto
Si usted fuma, deje de fumar. 
Si usted tiene la presión arterial alta, diabetes, o el colesterol alto, ponerlos bajo control y continuar controlándolos reducirá en gran medida sus probabilidades de sufrir un ataque cerebral.