¿Por qué la diabetes daña los pies?

El exceso elevado de azúcar en la sangre durante mucho tiempo daña los nervios, lo que hace que se reduzca la sensación de dolor principalmente en los pies y piernas. En consecuencia, algunas lesiones pasan inadvertidas para estos pacientes. Y cuando hay exceso de azúcar en la sangre, los glóbulos blancos (quienes  nos protegen de las infecciones) trabajan más lento y por lo tanto, si hay una infección, éstas se agravan muy rápidamente.

¿Cómo puedo cuidar mis pies si me han diagnosticado diabetes?

-Revísese los pies diariamente por arriba, por la planta, entre los dedos y por el talón, buscando cortes, ampollas, uñas encarnadas, callos o grietas. Siempre consulte a su médico si tiene estos problemas. Algunos consejos:

-Lávese los pies diariamente con jabón suave y agua tibia. No los remoje mucho tiempo para no resecarlos y séqueselos detalladamente, especialmente entre los dedos para prevenir  los hongos.

-Use un poco de talco si sus pies sudan.

-Trate de no caminar descalzo.

-Utilice siempre calcetines o medias con los zapatos, preferiblemente de algodón o lana. Los calcetines de lana son buenos para mantener los pies calientes y secos.

¿Qué puedo hacer si me empieza a aparecer calvicie?

Si con el paso de los años su cabello parece menos abundante, no debe intranquilizarse porque es una etapa natural del proceso de envejecimiento. Las hormonas, la herencia y la edad son determinantes en este proceso y afecta más a los hombres, a los cuales las placas de calvicie le aparecen en la línea del cabello o en la coronilla. En las mujeres el cabello se vuelve más delgado en toda la cabeza. Para mantener el cabello saludable se aconseja alimentación equilibrada, manejar el cabello suavemente y no jalarlo o frotarlo fuertemente. A pesar de que no hay cura para la calvicie común, si Ud. lo desea puede consultar a un especialista respecto a los tratamientos médicos disponibles hoy en día.

¿Cómo puedo saber si me ha llegado  la menopausia?

La menopausia es la etapa en la vida de las mujeres en que ya no pueden embarazarse porque los ovarios dejan de producir estrógenos. Los síntomas varían absolutamente de una mujer a otra, pudiendo aparecer desde la década de los 40 hasta la de los 60. Los síntomas más frecuentes son los bochornos que causan rubor y sudoración, ciclos menstruales irregulares (ciclos más largos y sangrado más abundante, o bien, a veces, todo lo contrario) y cambios en el estado de ánimo. Consulte a su médico para evaluar y aliviar estos síntomas si fuere necesario.