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Editorial: las dualidades del 2020

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Ya llegó el 2020. Desde hace tiempo que se venía hablando de éste como un año emblemático, un hito que traería consigo la consolidación de grandes cambios en múltiples ámbitos, impulsados por los importantes avances tecnológicos experimentados en los campos de la informática y telecomunicaciones. Estos, a su vez, han permeado a diversas áreas y disciplinas, creando un abigarrado escenario global que para muchos resulta al mismo tiempo tan fascinante como amenazante. Para nadie es novedad que las nuevas tecnologías han traído consigo gran desarrollo en muchas áreas, pero también, un claro retroceso en otras. Considerando lo anterior, me atrevo a nominar a este año 2020, inserto en la “era del conocimiento”, como “el año de las dualidades”. Nuestro país recibe al 2020 en medio de un complejo escenario de “despertar social”, el cual despierta también en algunos una dualidad de sentimientos. En medio de las múltiples reivindicaciones que los manifestantes hoy exigen por la razón o la fuerza, aparecen como emblemáticas aquellas que abogan por el derecho a la calidad y equidad en educación y en salud, aspectos ambos que guardan directa relación con el quehacer y la misión primordial de nuestro hospital universitario.

Algunos de los artículos que presentamos en este número se relacionan muy cercanamente con la necesidad de mejorar de manera continua y permanente la calidad de nuestros servicios asistenciales y docentes: se publica la experiencia de dos proyectos innovadores que intentan extender los ámbitos de educación y asistencia en salud a través de la telemedicina. Estos trabajos forman parte de los 5 que resultaron ganadores de 18 proyectos recibidos en el concurso abierto del año 2017 por la Dirección Académica del Hospital, como parte del Plan de Desarrollo de la Telemedicina en el HCUCH. Se publica también un artículo que introduce el concepto de “autopsia virtual”, como una forma de ayudar al mejoramiento continuo de la atención de salud, permitiendo detectar posibles errores diagnósticos o terapéuticos y prevenir eventuales eventos adversos a futuro.

En otro plano, quisiera aprovechar este espacio comunicacional para despedirme formalmente de la comunidad hospitalaria. Por razones estrictamente personales he decidido acogerme a la Ley de Incentivo al Retiro, lo que implica obviamente dejar mi cargo como académica, como directora académica y como directora de esta Revista. Confieso que tomar esta decisión no me ha resultado en absoluto fácil, dado el el enorme cariño que me une con la Universidad de Chile y con su hospital. Me siento invadida hoy por una dualidad de sentimientos.

Me voy con la alegría de haber conseguido algunos logros importantes para el Hospital en lo académico, entre los que destaco la creación de la Unidad de Telemedicina con fondos provenientes de Rectoría; el estrechamiento de la relación con la Facultad de Medicina, participando activamente en comisiones de la Dirección Académica, Dirección de Postgrado, de Internacionalización y Dirección Clínica de la misma. Se logró instaurar el Consejo Académico HCUCH, una instancia de encuentro mensual entre los diversos departamentos del Hospital, un espacio abierto destinado a tratar conjuntamente con los directores y encargados de docencia e investigación de todos ellos, diversos temas de interés común. Se impulsó la innovación académica multidisciplinaria al interior del Hospital, abriendo el Hospital como campo de práctica para otras Facultades de la Universidad, las que de una u otra forma pudieren aportar a la entrega de salud integral y de mayor calidad: se han firmado convenios con Odontología, Química y Farmacia, Economía y Negocios, Arquitectura, Artes y existen avanzadas conversaciones con la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), con la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO), Derecho y con el ICEI. Se ha concretado la generación de varios nuevos cursos y diplomas como el Curso Electivo de Telemedicina para 4º y 5º año de Medicina, y diplomas conjuntos con varias facultades. Existen ya tres cohortes de un Diplomado de Arquitectura Hospitalaria que ha sido muy exitoso. Con la Facultad de Economía y Negocios e Instituto de Salud Poblacional se está actualmente dictando un Diploma Conjunto de Gestión en Salud. Con la Facultad de Artes, se está trabajando en un Diplomado Conjunto de Musicoterapia.

Se ha abogado por el reforzamiento de algunas áreas transversales, como Infectología, Medicina Integrativa y Cuidados Paliativos y se ha apoyado también la creación de nuevos Programas de Formación de Especialistas y Subespecialistas al interior del Hospital. Se han renovado las plantas académicas a través del fortalecimiento de las Becas HCUCH y reforzado la formación docente de los académicos HCUCH a través de cursos especiales solicitados al DECSA.

En el campo de la investigación, se ha propiciado el trabajo en equipo multidisciplinario en HCUCH, generándose el año 2018 las Primeras Jornadas de Investigación en HCUCH y el Proyecto de Desarrollo para la OAIC. El año 2019, se ofreció el Curso de Buenas Prácticas de Investigación a becados y académicos del Hospital.

En extensión, se ha logrado conformar un grupo de trabajo con representantes de todas las facultades del Campus Eloísa Díaz, con quienes se ha desarrollado la idea de trabajar conjuntamente para plantear soluciones en dos grandes áreas que hoy revisten un alto interés-país, como son el Fomento del Envejecimiento Activo y el Combate al Sobrepeso. En estos ámbitos, hemos generado nexos también con académicos del Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad (ICEI), con quienes se han planteado proyectos muy interesantes que esperamos se puedan concretar.

En el plano internacional, se ha colaborado activamente con el nivel central de la Universidad y con la Facultad de Medicina en la génesis del Doctorado Conjunto de Gastroenterología (con sede en HCUCH) con la Tokio Dental and Medical University (TDMU). Se gestionó además la firma de un convenio con el Capítulo de North Carolina del American College of Cardiology (ACC), con quienes se han realizado ya dos simposium internacionales conjuntos en nuestro país y se han planificado proyectos de movilidad académica y estudiantil bilateral. Con la Universidad Javeriana y la Universidad de Antioquia de Colombia también se han generado nexos importantes, fundamentalmente en las áreas de simulación clínica y telemedicina, respectivamente.

Lamento mucho; sin embargo, no haber podido ver aún los frutos de otros proyectos emblemáticos elaborados por la Dirección Académica con grandes expectativas. Me refiero al Centro Integral de Docencia Clínic”, para cuya construcción el HCUCH se adjudicó 700 millones de pesos en el Concurso de Fondos para Infraestructura abierto por la Facultad de Medicina el año 2016. El inicio de las obras se ha dilatado por razones ajenas a nuestra voluntad y gestión. Algo similar ocurrió con el proyecto de Intranet Académica, presentado a la comunidad en reunión del Consejo Académico HCUCH del año 2018, el que por necesidades de recursos informáticos para la acreditación hospitalaria, perdió prioridad y aún no se ha podido retomar. Albergo la esperanza de que durante el 2020 estos y otros varios proyectos que quedaron listos en espera de conseguir financiamiento (remodelación de las residencias y del Teatro del Hospital, y la construcción de la nueva biblioteca multimedia del Hospital) puedan efectivamente ver la luz.

Ojalá hayamos podido dejar instalada la idea de que el Hospital Clínico Universidad de Chile debe convertirse en un centro de innovación en salud, que contribuya al desarrollo de la ciencia y de la salud pública chilena; que sea valorado nacional e internacionalmente para que nunca más exista dualidad de pensamientos respecto a la importancia que el Estado y el gobierno de turno deban dar a este querido hospital universitario que ha puesto a tantas cohortes de profesionales de la salud al servicio de Chile.

Como Directora de la Revista no quisiera despedirme sin antes agradecer el trabajo y la dedicación mostradas por la Sra. Lorena Penna, el Dr. Héctor Ugalde y su comité editorial, los que han sido fundamentales para mantener su continuidad y generar la versión digital de la misma.

Quisiera también expresar públicamente al Rector Dr. Ennio Vivaldimi más genuina gratitud por la confianza depositada. Confieso que durante los cinco años vividos como directora académica del Hospital debí enfrentar no pocos momentos difíciles, pero probablemente fueron esos mismos los que hicieron de este período una instancia tan tremendamente formativa y valiosa. Reitero mi mas incondicional cariño y compromiso con la institución, sin dualidades.

Siento un nexo indisoluble con la Universidad, el Hospital y con una gran cantidad de gente maravillosa que tuve la oportunidad de conocer desde esta tribuna. Desgraciadamente no resulta factible individualizar cada uno de sus nombres en este reducido espacio para agradecer a cada uno, como me hubiese gustado. Siempre podrán contar conmigo.

Reciban todos un gran abrazo virtual.